1.- Menor riesgo de sobrecalentamiento
Los equipos que reciben una limpieza regular se mantienen más frescos que los que permanecen cubiertos de lodo y grasa. Si bien el calor es un elemento necesario para el correcto funcionamiento de la maquinaria pesada, su exceso es un factor nocivo.
El sobrecalentamiento tiende a reducir la vida útil de tu equipo. De hecho, los vehículos demasiado calientes pueden dejar de funcionar a mitad del trabajo. Esto ocasiona un efecto dominó que afecta el desempeño de otras máquinas, trabajadores y toda la cadena de producción.
2.- Menor tiempo de inactividad
La apropiada limpieza de equipos industriales tiende a reducir su tiempo de para. Nadie desea que sus máquinas muestren fallas y necesiten reparación debido a la presencia de elementos extraños entre sus partes móviles.
La limpieza regular removerá tanto la suciedad como rocas, ramas y otros materiales que podrían dañar el funcionamiento de la máquina. Asimismo, se reduce el peso en el brazo y el cucharón, los cuales suelen tener lodo seco adherido a sus superficies.
3.- Detección temprana de fallas
No olvides que las tareas de limpieza de maquinaria pesada te dan la oportunidad de inspeccionar el equipo regularmente. Esta puede poner en evidencia posibles rajaduras, corrosión, óxido o fatiga del metal que de otra forma quedarían escondidas bajo capas de lodo y grasa.
4.- Mejor funcionamiento
La limpieza frecuente es parte de lo que se conoce como mantenimiento preventivo. La tierra, el lodo y la mugre actúan como agentes abrasivos y ocasionan fricción tanto en las partes fijas como en las móviles. Por ello, las máquinas sucias se desgastan con mayor rapidez.
Asimismo, es importante considerar la frecuencia con la que las tareas de aseo se llevan a cabo. Un equipo que recibe el aseo regular correspondiente será mucho más fácil de limpiar que uno que solo se lava una vez al mes. Por supuesto, la intensidad del uso determinará la asiduidad de las tareas de higiene.